Tres festividades marcan el ritmo del tiempo pascual como para desgranar
las riquezas del misterio fundamental de nuestra fe: La resurrección de
Cristo, su Ascensión a los cielos y la venida del Espíritu Santo. En
esta solemnidad de Pentecostés leemos el texto del libro de los Hechos
de los Apóstoles (Hch 2, 1-11).
Tras leer este texto admirable, solemos subrayar los tres hechos que en
él se exponen: la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles,
reunidos junto a María la Madre de Jesús. El valor que el Espíritu
infunde en los seguidores de Jesús. La comprensión universal del mensaje
por parte de los peregrinos que hablan diversas lenguas.
Con todo, deberíamos prestar más atención a ese detalle inicial, que
resume la causa de todos los hechos: “De repente, un ruido del cielo,
como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban”.
Toda la vida de la comunidad cristiana, entonces y ahora, está motivada
por la iniciativa de Dios: el ruido del cielo. Esa iniciativa recuerda
el capítulo inicial de la Biblia y anuncia una nueva creación: el soplo
del viento. El Espíritu de Dios libera a los discípulos de su encierro y
conmueve las estructuras: la casa donde se encuentran.
Actividad realizada por educarconjesus.blogspot.com
Aquí tenéis el dibujo FANO para colorear.
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