En 2003, durante un viaje familiar, Colton empezó a explicar que unos ángeles lo habían visitado en el quirófano. Todd no podía dar crédtito a lo que oía, pero lo animó a seguir.
El pequeño afirmo entonces que mientras lo operaban vio a sus padres desconsolados en la sala de espera.
Esto no era más que el principio. Durante los años siguientes les fue dando detalles de su breve estancia en el cielo y de las personas que allí conoció, como su bisabuelo Pop, muerto desde hacía más de treinta años, o su hermana, a la que su madre perdió en el segundo mes de embarazo.
En la actualidad Colton tiene once años, pero todavía recuerda aquel cielo en el que abundan los colores, las personas y los animales. Su historia nos ofrece un mensaje esperanzador que ha conmovido a millones de lectores en todo el mundo.
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