¡Stop! Párate y busca en el desierto. (Reflexión)
Cuarente días caminando. Caminando hacia fuera, pero sobre todo caminando hacia dentro. Y, aunque nos parezca extraño, hemos de comenzar parándonos. Parándonos para contemplar el desierto, para hacer silencia en la vida y que esta se llene de sentido. Pararnos para encontrar la bondad de Dios en sus ángeles, en todas las personas que son buenas como el pan y que nos alimentan. Pararnos para rechazar el mal que se esconde en nosotros y en los demás.
¡Stop! Parémonos para avanzar en este camino hacia la Pascua. Y en la inclemencia del desierto escuchemos el susurro de Dios.
Por cierto, no te lo saltes, porque vendrá la "multa" del estrés, del sinsentido, de las prisas...
Fuente: recursosparamiclase.blogspot.com
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